Con el apagón nacional de Internet y señal 3G del ICE que hubo anteayer, se levantó una horda de comentarios maldiciendo al Instituto y venerando a Movistar y Claro (los otros dos operadores del país). Y es que obviamente los que usan esos operadores, ayer le podían restregar en la cara a sus amigos, que aún no se han pasado al lado oscuro, el hecho que ellos sí pudieran llamar y usar el Internet mientras que los del ICE, estaban en minutos de oscurantismo, totalmente desconectados.

Es gracioso como nuestra costumbre es tener un sólo número celular y morir con éste, Dios guarde pensar en sacar otra línea. Conozco personas que tienen su mismo número telefónico desde que compraron su primer celular allá en los años 90’s. Al igual que están las personas que se pasaron a Movistar o Claro, hablando pestes del ICE, y que ni locos «volverían» al ICE. Pero en ambos casos, las personas escogemos uno y con ese nos quedamos, algo así como casarse, divorciarse por «diferencias irreconciliables» y casarse de nuevo con otro que siento que me va a dar mejores cosas.

Ahora, esto acarrea un pequeño problema, ninguno es perfecto, donde uno no tiene señal o buen Internet, el otro sí lo tiene, y así repetitivamente. Para unos es importante tener excelente señal en todo el país, para otros es importante tener Internet rápido aunque no tenga señal fuera de San José.

Pero, pensemos un poco diferente… ¿Por qué no, en lugar de serle fiel y amoroso a su compañía telefónica actual, mejor dele vuelta a todos y cada uno? En lugar de un divorcio, quédese con su matrimonio de siempre con su operador principal, pero busque probar con otros, NADIE dijo que es necesario dejar a uno para estar con otro.

¿Qué podés hacer para que no te agarre el toro, si tu operador cae en un apagón como el de ayer? Muy fácil…

Primero que nada escoja un número telefónico principal (en mi caso uso el del ICE de toda la vida), aquel con el que todos lo asocian y que desea tener para llamar y ser contactado. Ese número es el que va a utilizar para todo, incluyendo Whatsapp, iMessage, Viber, HeyTell, etc. Después vaya al quiosco más cercano del operador de la competencia (recomiendo los Mall, porque lo atienden rápido, no hay filas y le dan una línea en cuestión de 5min) compre un chip prepago, guárdelo en su billetera.

Ahora, los chips pre-pago, tienen Internet. Y a diferencia de la línea pos-pago, si no lo usas en el mes, no cobran mínimo ni mucho menos así que mientras lo andas en la billetera no estás gastando dinero. Y aquí viene la parte cool. Cuando el ICE no cumple mis expectativas (sobre todo por el Internet) o en una emergencia como la de ayer donde las líneas no funcionaban, saco mi billetera, y cambio de chip, uso lo que necesito y vuelvo a poner el del ICE cuando termine. Y durante los minutos que estuve utilizando el otro chip, no quedé incomunicado porque la mayoría de mis contactos me buscan en Whatsapp, iMessage o chat, que nunca deja de tener el número del ICE.

¿Que pása si alguien te manda un SMS o te llama en ese momento? Bueno, si pueden tener una emergencia con esa persona, asegúrese de darle todos los números que posea para que lo contacten, en mi caso sólo mi mamá y mis hermanos tienen los otros números. Y tenga tranquilidad que cuando vuelva a ponerle el chip principal al teléfono, todos los mensajes que no llegaron, caen de nuevo. Yo viajo de vez en cuando fuera de San José por trabajo, y debo decir que para Internet rápido, estable, confiable, uso Movistar. Pero en aquellos rincones del país donde aún no llegan con señal, utilizo Kolbi.

¿Otra ventaja de tener este sistema de CHIPS de emergencia o de «por si acaso»? Que si quieres paz y tranquilidad un fin de semana o unas horas del día, podés cambiar de chip y estar indisponible del mundo con llamadas y mensajes de texto, pero conectado por la red y con posibilidad de hacer llamadas o mandar mensajes desde el otro chip que en teoría no mucha gente tiene. Una excelente forma de escapar del trabajo, bancos, tarjetas de crédito o novias obsesivas por unas horas jaja.

Espero que les sirva el tip y sea de provecho, yo llevo ya varias semanas, y la verdad no sé cómo no se me ocurrió antes.