Etiqueta: Personalismo

Las palabras son armas de doble filo, a como pueden hacer sentir muy bien a una persona la pueden traer abajo con facilidad. Y nada como el enojo para incentivar a alguien a decir lo que verdaderamente piensa.

Es triste, saber que la opinión que tiene algún amigo cercano hacia uno es tan distinta de la que uno piensa que se merece, pero si por merecer se tratara la vida, el mundo no seria un lugar injusto. Pero aunque duela, cuando eso pasa, y te dicen lo que verdaderamente tienen en el corazón y sienten de ti, es algo bueno.

¿Como puede algo que me lastime ser bueno? Por el simple hecho de que ya sabes donde estás parado y qué esperar de esa persona por la que tenias tanta estima.

¿La lección del día? Por más que uno se esfuerce en tratar bien a aquellos que llamamos amigos, por mas que uno dedique tiempo a consolarlos y a estar ahí para ellos, siempre existe la posibilidad de que por algo con lo que no concuerdan con vos, y por el enojo o resentimiento del momento, te digan cosas como: la verdad es que Ud. Quería que me pasara esto malo, la verdad es que Ud. Siempre me tuvo envidia, la verdad es que a Ud. No le interesa como me siento, la verdad es que Ud. No se interesa por saber lo que quiero. Curioso como esas palabras pueden venir de una persona a la que se le ha demostrado todo lo contrario, pero de nuevo, si habláramos de justicias, tendíamos que eliminar de la ecuación la naturaleza humana.

Como diría la señora que hace la limpieza en la oficina, ¡que cansado! Así es, como alguien con un poquito de enojo o frustración, como si fuera el suero de la verdad, pueden expresar lo que en momentos de calma piensan pero no se animan a decir. Y aunque después que se les pase, pidan disculpas y digan que no quisieron decir esto o lo otro, ya lo dijeron. Y las palabras dichas no las podes borrar, tenes que vivir siempre con ellas, y afrontar las consecuencias de las mismas.

¿La otra lección del día? Ser tardos para la ira, o como diría mi mama, piense primero y hable después.